Centollo de la Rías Gallegas, un crustáceo con un sabor y una vellosidad inconfundible que le hacen diferenciarse de los demás. Aparece en la costa gallega en aguas de baja temperatura.
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Producto vivo, fresco o cocido
El centollo de las rías gallegas es un crustáceo decápodo con un caparazón rojizo oscuro con una forma triangular en la parte frontal y redonda en la parte trasera. Su caparazón, además, está cubierto por unas espinas en las que otros animales se fijan, como por ejemplo las esponjas. Este crustáceo posee cinco pares de patas duras y largas.
El centollo es conocido entre los expertos por su sabrosa carne del cuerpo y especialmente de las pinzas.
El centollo admite diferentes preparaciones, pero para poder apreciar el increíble sabor de este espectacular marisco se recomienda la receta tradicional en la que únicamente se cuece. Para cocer el centollo es necesario poner en una cazuela a hervir una abundante cantidad de agua con sal. Cuando empiece la ebullición debe introducirse el centollo y debe esperarse entre 20 y 25 minutos desde que el agua vuelva a hervir. Una vez haya pasado este tiempo, se saca de la cazuela y se deja enfriar.
Después, para degustarlo es necesario abrir el cuerpo y eliminar las madejas grises que no son comestibles.
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