Buey de mar gigante del Cantábrico, conocido en su tierra como "masera". Se trata de uno de los ejemplares de crustáceos más grandes. Su color rojizo y su voluminosidad destaca sobre los demás.
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El buey de mar es un crustáceo decápodo que se caracteriza por tener un gran tamaño, un cuerpo ovalado y liso, más ancho que largo y de color marrón rojizo. Además consta de dos fuertes pinzas, y su peso habitual varía entre los 500 y 1500 gramos, llegando a sobrepasar los 3 kilos.
El abdomen de los machos es menos abultado que el de las hembras, pero sus pinzas son mucho más grandes y fuertes.
Simplemente cocido es un plato delicioso; en sus patas delanteras está la mejor carne. Se pone en una olla abundante agua con sal, y cuando hierva se sumerge el buey. Desde el momento en que vuelva a hervir con el buey dentro se cuentan unos veinte minutos.
A continuación se retira y se introduce en un recipiente con hielo. Para degustarla una vez cocida, se abre el cuerpo y se eliminan las madejas grises que no son comestibles. Las patas se van comiendo de una en una, cascándolas con unas tenazas especiales de marisco y con paciencia de buen degustador de marisco se va extrayendo la carne. Se raspa todo el interior del caparazón, llamado "cacho", y junto con el jugo que contiene se prepara una especie de papilla que se consume directamente con ayuda de una cucharita.
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